Trabajar para Dios … pero con Dios
28 octubre, 2021Camino agustiniano para el discernimiento vocacional (Parte 4)
21 febrero, 2022Caminos previos:
👉 Parte primera San Agustín también discernió su vocación ;
👉 Parte segunda Escucha tu corazón
“Conócete a ti mismo”
Para san Agustín conocerse a sí mismo es también camino para conocer a Dios: “Señor, tú creaste al hombre a tu imagen y semejanza, te reconoce quien se se conoce a sí mismo” (Soliloquios I,1,4). Y ¿qué es conocerse a sí mismo? No hay una respuesta fácil y directa, sino que más bien se trata de un camino de búsqueda. Dice san Agustín: “Manos a la obra y confiemos que Dios nos asistirá. Confiemos que esto será posible si él nos ayuda con su fuerza. Y que esta sea tu plegaria: ¡Oh, Dios, que eres siempre el mismo!, que me conozca a mí, que te conozca a ti” (Soliloquios II,1,1).
📖 Una historia entre miles…
Normalmente leemos en los titulares al inicio en las películas dramáticas, “basada en una historia real”. Esta historia podría ser real y podría referirse a la película de muchos jóvenes de cualquiera de nuestras familias, colegios, vecinos, etc. Luis o Luigi, como también le dicen sus amigos de la escuela de preparatoria, se encuentra muy mal. Después de muchas noches de insomnio y de largos ratos de tristeza y soledad, al fin decide buscar con quién hablar, pues siente que nadie de su entorno lo comprende; ni siquiera sus papás.
Refiere que bajaron mucho sus calificaciones en la escuela. Estaba pensando que, al terminar la etapa de los estudios básicos, lucharía por quedar en la facultad de medicina. Pero con el panorama del promedio que tiene delante, ya renunció a su sueño. Comenta que se siente muy presionado y estresado, y que para relajarse consume cigarros de marihuana. Además, el mismo grupo de amigos le procura la droga. Normalmente hablan entre ellos de sus cosas, aunque Luis tiene la sensación de que, cuando les hacerles caso, se complica más su vida.
Los fines de semana consume mucho alcohol; incluso ha llegado a solicitar servicios sexuales por dinero. Miente mucho en casa para salir bien parado de sus llegadas tarde y su olor a tabaco. Cuando está en su habitación se siente tan solo y busca evadir ese sentimiento refugiándose en las redes sociales. Además comenta que está enganchado con la pornografía. Comparte que está cada vez de peor humor; hasta sus amigos lo temen porque reacciona muy agresivo. Tiene la impresión de que se ha levantado un muro entre él y sus papás, que impide el diálogo. Intenta muchas veces relajarse con música tranquila, pero se le vienen pensamientos que lo angustian por un futuro tan incierto y una culpabilidad que lo atormenta.
Luigi está buscando respuestas, pero siempre topa con pared. Siente que no puede escapar de ese círculo vicioso que le hunde en una tremenda desesperación. Ya no sabe qué hacer o por dónde avanzar. Dice que no le simpatizan para nada los psicólogos. Y comparte que de niño iba a misa y participaba con gusto de las cosas de la Iglesia. Pero, hace tiempo que no se para en una iglesia. Considera que retomar las cosas de Dios pueden ser el mejor camino para reencontrar la paz.
🤔 Pregunta: ¿cómo podríamos ayudar a Luigi? Como acompañante, lo menos que podemos hacer por Luigi es escucharlo, crearle un entorno donde sienta que se le comprende y no se le juzga por sus errores.
Considero que la una buena alternativa, como bien indica san Agustín, es el camino arduo del conocimiento de sí. Para Luigi no hay respuestas directas y fáciles que le saquen de su profunda crisis. Se trataría de alentarlo a ponerse manos a la obra en el conocimiento de sí y a que confíe en que Dios le ayudará, y que no estará nunca solo en ese viaje a lo profundo de la verdad de su vida. De hecho, intentar narrar sus dificultades y los sentimientos que las acompañan, es ya el mejor modo de ayudarse a sí mismo, pues comienza a ser más reflexivo.
Quizá Luis necesitará también una propuesta de interpretación de algunos elementos que están en su inconsciente, lo que él no consigue ver de sí pero que le está condicionando mucho su vida. Por ejemplo, identificar aquello a lo que le tiene miedo, reconocer la necesidad fuerte que tiene de ser querido, comprendido y aceptado por los demás; quizá tenga que reconciliarse con su vulnerabilidad para no vivir todo el tiempo a la defensiva. Y, sobre todo, posiblemente Luis necesita revisar la imagen que se esfuerza por proyectar de sí ante los demás, recomponer su identidad personal y trabajar por ser más auténtico, ser más él mismo, ser más libre…
Por último, a través del camino del conocimiento de sí, seguramente le ayude a Luigi recuperar la fuerza de sus sueños, que le motive a dar lo mejor de sí mismo. Y, lo más importante, ofertarle el reencuentro con Dios, con su misericordia, con aquella luz que proyecta sobre sus errores y equivocaciones una mirada amable, comprensiva y cariñosa. Se le puede ayudar a generar una conexión necesaria entre conocerse a sí mismo y conocerse a sí mismo en Dios, pues solo Él lo conoce en lo más profundo de sí, mucho más que él a sí mismo; “Señor, conóceme y sondea mi corazón” (Salmo 139,23).