Ascensión del Señor
26 mayo, 2022Con corazón 💙 de Madre
22 junio, 2022⌚Con esta frase a manera de título, escrita en una carta del Papa Francisco al cardenal Ouellet hace ya 6 años, quisiera empezar esta breve reflexión en torno a la fiesta que hoy celebramos, Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote. Una fiesta que, al caer entre semana pudiera pasar un poco desapercibida para la mayoría de los fieles, y que no deja de ser uno de los pilares de nuestra fe y de nuestra misión como cristianos. ☺️
Esta fiesta en lo personal me resulta muy familiar, ya que toda mi vida ha girado en torno a una parroquia que lleva este nombre. Recuerdo de niño y adolescente decir con orgullo en los distintos encuentros entre grupos eclesiales, que yo era de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote. Hoy a más de dos décadas de distancia, puedo decir que ni siquiera yo imaginaba lo profundo de esta afirmación al pronunciarla, y sobre todo el compromiso que ésta genera o debiera generar.
Pero bueno, regresando al título y a su relación con esta fiesta, tengo que decir que por mucho tiempo y tal vez como la mayoría de las personas, siempre la asociaba al sacerdocio ministerial; Incluso, muy similar al Jueves Santo, era una ocasión para felicitar a todos los sacerdotes por “su día”. Y si bien es cierto esto no está mal, no hace justicia a esa realidad más amplia que es el sacerdocio común de los fieles; es decir, a la gracia obtenida en el bautismo💧 por la cual todos los cristianos compartimos el único sacerdocio de Cristo, que nos consagra junto a él al Padre y nos hace un puente entre Dios y la creación.
El sabernos sacerdotes como Cristo nos interpela y nos hace conscientes de la irrenunciable vocación laical de la Iglesia. Y espero que no se malentienda esto, porque evidentemente el sacerdocio ministerial es el garante de la unidad de la Iglesia y el único que hace posible la presencia real de Cristo a través de los sacramentos; pero éste solo tiene sentido si se comprende como un servicio al sacerdocio común de todos los bautizados. Cuando el Papa dice “a nadie han bautizado cura, ni obispo. Nos han bautizados laicos y es el signo indeleble que nunca nadie podrá eliminar”, no creo que pretenda rebajar la importancia del sacramento del Orden, pero sí creo que quiera 🎯 despertar la conciencia de todos aquellos que no hemos asumido una vivencia de la fe en primera personal y un rol protagónico en la misión evangelizadora de la Iglesia.
✍️ Nuestro sacerdocio común nos llama a hacer sensible y eficaz la presencia de Cristo en todas las realidades del mundo. Nada puede quedar fuera. Es dejar de dividir el mundo entre lo sagrado y lo profano, y hacer presente en todo al Dios por quien existen todas las cosas.
No se trata de usurpar en ningún caso las funciones propias de aquellos a quien Dios regaló el sacerdocio ministerial; sino de ampliar el horizonte y ser los portadores de Cristo en “el corazón de la vida social, pública y política”. Y es aquí donde cada uno de nosotros tendrá que definir cómo hacerlo. Para unos será luchando por la justicia entre tribunales, denuncias y manifestaciones; para otros será promoviendo la caridad ❤️ desde el voluntariado, el trabajo social o los mecanismos de participación ciudadana; para otros más será en las aulas educando a niños, jóvenes y adultos ansiosos de ser escuchados y acompañados.
🎯Los altares serán tan variados como variados son los ámbitos en los que nos movemos todos los días; y siempre y cuando seamos audaces y valientes para dejar actuar al Espíritu Santo. No permitiremos que se pare el reloj de modo que no sea otro, sino Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, quien a través de nosotros siga ejerciendo el único sacerdocio agradable al Padre.
Posdata. Una recomendación y una mención personal. Primera, no dejes de leer la carta completa del Papa al cardenal Ouellet. Toda una revolución podría gestarse con ella (https://www.vatican.va/content/francesco/es/letters/2016/documents/papa-francesco_20160319_pont-comm-america-latina.html). Y segunda, esta reflexión está hecha en colaboración con mis amigos del “Club de los martes” (por si nos tachan de herejes) 🤣.