Amigos Inquietos

“Allí donde tengas a Dios por amigo no te hallarás sin la amistad de tu prójimo”.

(San Agustín, Sermón 299D,6)

San Agustín no dudaba en afirmar que lo único que nos puede consolar en esta sociedad humana tan apresurada, cambiante, volátil e inconstante, es la fe genuina 🤲 y el amor ❤️‍🔥 que se profesan unos a otros; eso que se encuentra en los verdaderos amigos. Y realmente me es difícil no pensar que al dar el mandamiento del amor, Jesús se refería a la amistad, porque la amistad es la única experiencia universal del amor, esa que todos pueden tener, que todos pueden vivir. Y por eso, la amistad como símbolo ❤️, es muy significativo para todos.

Pero la amistad, al mismo tiempo que importante y maravillosa, es algo difícil, raro y delicado. Difícil porque no es como una moneda 💸 que se encuentra por la calle, hay que buscarla tan apasionadamente como a un tesoro 💰. Rara porque no se logra con cualquiera; se pueden tener muchos compañeros, colegas y conocidos, pero no todos serán tus amigos. Finalmente, delicada porque requiere de determinados ambientes para nacer, especiales cuidados para ser cultivada, minuciosos y constantes elementos para que crezca y no se degrade.

Se puede leer 📖 en la Palabra de Dios: «un amigo fiel es un refugio seguro, quien lo encuentra ha encontrado un tesoro» (Eclesiástico 6,14). Es por eso que para poder tener buenos amigos, primero hay que ser un buen amigo. Quiero compartir hoy contigo algunas claves fundamentales en la amistad, que podrían ayudarte a tomarle el pulso tus vínculos:

🤝 Aceptación:

En la amistad es imprescindible dedicar tiempo ⏱ a conocer al otro, a interactuar, compartir y convivir; darnos la oportunidad de descubrir sus motivaciones, alegrías, sueños y miedos… su historia, su mundo interior… Para que desde ese «conocerse», se pueda entender y aceptar al amigo así como es. En mi amigo encuentro algo de mí, y mi amigo encuentra algo suyo en mí. Podemos ser personas muy diferentes, con modo diverso de pensar, pero siempre encontraremos «algo» que nos una.

🫶 Confianza:

La amistad es un espacio seguro 🔐 donde podemos mostrarnos tal como somos, hablar y compartir sin ningún tipo de miedo, máscara o filtro. Podemos hablar de aquello que nos atraviesa el corazón, eso que hace que nos sentamos inmensamente felices o incluso tristes. La confianza nos revela un elemento fundamental en nuestra amistad con los otros: la importancia de ir abriendo nuestra interioridad, mostrando nuestras riquezas y defectos, dejar al otro entrar en «nuestra casa». De este modo es que se puede entablar una comunión, con base en un amor recíproco, lleno de comprensión y perdón.

💓 Empatía:

La amistad implica una entrega 💕 genuina y desinteresada, que se da desde el ir acompañando las vivencias del amigo que, por el amor, las hago inevitablemente mías. Escuchar, aconsejar, consolar, motivar… esas son también maneras de «dar la vida» por los demás. Recodemos aquellas palabras de un buen amigo: «Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos» (Jn 15,13-14).

🥹 Comunicación asertiva:

En la amistad es fundamental hacer saber 📣 lo que sentimos y pensamos. Sin embargo, la forma en la que lo hacemos es aún más importante. De ahí que antes de expresar nuestros acuerdos o desacuerdos al amigo, es importante pasarlos por el filtro de la caridad, buscando siempre edificar y no señalar o juzgar.

⛔ Límites:

La amistad no busca la complacencia absoluta 🚫 de quienes la conforman. Se entiende que existen diferentes formas de pensar, sentir y actuar, por lo que se procura un equilibrio y se busca el bien de ambos en torno a estas diferencias particulares.

⬆️Evolución:

La amistad implica crecimiento y expansión. Al compartir 👐 nuestras experiencias vitales con el amigo, se abre un maravilloso espacio para la reflexión. Ello fomenta la propia interioridad y permite a los amigos ampliar o transformar la propia perspectiva, alcanzando la mejor versión de cada uno.

😇 Acercamiento a Dios:

¿Acaso no es esta la cualidad más importante en la amistad? ¿Puede haber algo mejor en una amistad que ayudar a los amigos a crecer en la fe ✨ y acercarse a Dios? Esta son, una vez más, las palabras de un buen amigo: «El que me ha visto a mí, ha visto al Padre» (Juan 14,9).

Formar y mantener amistades verdaderas implica bidireccionalidad; dar y recibir. Por eso tan importante es que tú seas un buen amigo, como que te rodees de buenos amigos.

Ahora que has llegado hasta acá, te pregunto: ¿Consideras que brindas una amistad verdadera? ¿Todos los que consideras amigos, son verdaderos amigos tuyos?