BAUTIZO


Domingo III de Adviento

Escuchemos a san Agustín

«Es cierto que nadie llega a Dios sin el bautismo, pero no todo el que tiene el bautismo llega a Dios»

Sermón 90, 5.

Discípulos misioneros

En virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha convertido en discípulo misionero (cf. Mt 28,19). Cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador, y sería inadecuado pensar en un esquema de evangelización llevado adelante por actores calificados donde el resto del pueblo fiel sea sólo receptivo de sus acciones. La nueva evangelización debe implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados. Esta convicción se convierte en un llamado dirigido a cada cristiano, para que nadie postergue su compromiso con la evangelización, pues si uno de verdad ha hecho una experiencia del amor de Dios que lo salva, no necesita mucho tiempo de preparación para salir a anunciarlo, no puede esperar que le den muchos cursos o largas instrucciones. Todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; ya no decimos que somos «discípulos» y «misioneros», sino que somos siempre «discípulos misioneros».

Evangelii Gaudium 120

Para pensar

  • Nuestra primera misión como cristianos es hacer presente a Cristo a los demás. Es complicado cuando queremos hacerlo con nuestras propias fuerzas. Por eso ora para que la gracia recibida en el bautismo acreciente en ti el deseo de predicar la buena noticia.
  • Somos las manos de Dios y por eso nuestro actuar debe ser signo de su presencia salvadora ¿Te sientes discípulo misionero de Cristo?