Te Comentamos
En el año 386 d.C. Agustín se retiró con sus amigos a Casiciaco para profundizar en la Biblia y reflexionar sobre la vida antes de su bautismo. Éste espacio fue la materia prima de los diálogos de Casiciaco, obras escritas producto de sus compartir y pensamientos. Imitando a San Agustín, nosotros seguimos en la contemplación, búsqueda y difusión de la verdad. Razón que nos lleva siempre a reflexionar sobre lo que vivimos, hacemos y soñamos y que compartimos contigo es éste espacio que llamamos diálogos como un espacio de compartir nuestra reflexiones sobre la fe y la vida. Disfrútalo.
“Allí donde hallé la verdad, allí hallé a mi Dios”
(Confesiones 10, 24, 35)